El siguiente es un artículo que nos ha hecho llegar un compa lector del blog. Para que todos nos acordemos y tengamos presente que los mayores ladrones de este país son los bancos y el sistema financiero, que cada vez que vamos a un cajero o pagamos una cuenta nos están robando de frente y con el amparo de la ley.
¡FUEGO A LOS BANCOS!
Colombia: ¡País pobre, bancos ricos!
Confieso de entrada que soy un cortesano de rentas escasas y que cuento solo con el irrisorio privilegio de la palabra escrita como único medio para hacerme oír. “Somos durmientes que gritan en el sueño”, decía el poeta ciego. El dinero detesta a los poetas y los poetas desaprueban a los políticos, a los corruptos, a los ladrones de sueños.
Sé, por experiencia de vida, que en el deshonesto mundo en el que se mueve la política colombiana existen dos clases de hombres, unos traen respuestas y otros preguntas. El que interroga nunca es el mismo que responde y en muchas ocasiones, la pregunta llega terriblemente, fatalmente, después de la ansiada respuesta.
¿Qué pasó realmente con DMG? ¿Por qué el gobierno cambió las reglas de juego tan tarde? ¿Dónde quedó la seguridad jurídica? ¿Qué pasará con los impuestos que esa firma supuestamente ilegal, le pagó al Estado? ¿Quién se beneficia con la caída de ese holding? ¿Quién está detrás de todo este descalabro? La respuesta es obvia porque la pregunta también lo es: los bancos.
“Amigos, vayamos al grano. El mayor robo en la historia de este país se está llevando a cabo mientras usted lee esto.” (Michael Moore).
Una vez más, el gobierno de Uribe fatiga el ejercicio de la infamia; una vez más le apuesta a la concentración de la economía en pocas manos, opta por proteger a los bancos y olvida a sus víctimas. Olvida que diariamente se producen alrededor de 80 a 100 desalojos, con la ayuda tanquetas, metralla y contingentes apertrechados. Para esa gente lanzada a la calle por la voracidad de los bancos, no hay reparación ni justicia. Jamás, que yo sepa, Uribe ha convocado al gabinete ministerial de urgencia para tratar este tema. El gobierno cree que los pobres andan descalzos para poder pisar fuerte el suelo patrio.
Con la toma de DMG, el gobierno le dio las llaves del gallinero al zorro. Le cedió el botín al Berlusconi vernáculo Luis Carlos Sarmiento Angulo; el mismo que con los intereses sobre intereses que les cobra por un crédito de vivienda a las clases menos favorecidas, regala bibliotecas. ¡Las hipotecas son más caras que las viviendas!
Luis Carlos Sarmiento jamás pierde, juega con cartas marcadas: la superintendencia bancaria protege sus ahorros y el gobierno vela por sus intereses. ¡El que quiera más que le piquen caña! A pesar de la volatilidad de los mercados financieros en el mundo, él siempre gana. Como sumo sacerdote monetario advierte que los bancos no pueden caerse en Colombia; como sumo sacerdote sabe que si caen los bancos se derrumbara la fe…y las ganancias...
Fue con el AVAL de Sarmiento que el gobierno de Álvaro Uribe, (siempre obediente, siempre diligente con los poderosos) decretó la Conmoción Interior, para descongestionar los juzgados. El 50% de los procesos en juzgados civiles y municipales son ejecutorios que los bancos ordenan. De esta forma convierten a la justicia en su instrumento preferido para embargar sueldos, rescatar carros de las manos de los morosos y quitar viviendas, aunque el deudor demuestre con pruebas irrefutables que ha pagado varias veces la misma.
El auge de DMG afectó intereses incapaces de construir nada, pero aptos para destruir mucho. Se dice que la firma de David Murcia Guzmán, DMG, movía cerca de 400 mil millones anuales, una cifra risible comparada con las utilidades de 9 billones que la tropilla de bancos lleva ganados en el transcurso de este año ¡Un billón de pesos por mes! Suma obscena que ofende a la inteligencia y al pueblo hambriento. Pero para el banquero nunca mucho es suficiente.
El gobierno, que siempre corre detrás de los acontecimientos, no se responsabiliza de nada. Uribe afirma que se les “advirtió”. En su afán por demostrar lealtad a su patrocinador, Luis Carlos Sarmiento Angulo, ha provocado una crisis social de impredecibles consecuencias.
Saludable sería que el mismo sigilo con que el gobierno ha procedido para intervenir una empresa, lo empleara para defender a los ciudadanos de a pie, de la usura bancaria.
La misión del gobierno será devolver el dinero incautado por la policía (lo que quedó luego de la oportuna intervención de ley) con su "fórmula mágica"a los que confiaron en las pirámides y en DMG. En esa labor tendrá que obrar “Fino” y salomónico, pues los hombres olvidan más rápido la perdida de la propia madre antes que la perdida de su patrimonio.
Por un tiempo David Murcia Guzmán se atrevió a jugar en las grandes ligas, le bastó con aprovechar el descontento popular frente a la desmedida avaricia bancaria para captar los dineros de la ilusión.
La sociedad ha dado su veredicto, prefiere arriesgar su capital en quimeras antes de tener que pagar: el “temporal y obligatorio” 4 por mil, cuota de manejo, cobro por certificados, cobro por estudio de crédito, información de saldos, chequeras, libretas de ahorro, giros, saldos en rojo, reposición de tarjetas perdidas, mora en pagos y transacciones telefónicas. Y soportar las llamadas a media noche recordándole la deuda y mora contraída.
Como si esto fuera “moco de pavo”, los bancos están pensando en cobrar una sobretasa a sus clientes por: llenar mal un formulario, por preguntar la hora, por hablar mal de Uribe, por referirse a Sarmiento Angulo en tono desobligante, por no saludar al vigilante de la entrada, por ir sin corbata, por parquear mal la moto, por no respetar la fila, por contar el dinero delante del cajero, por no dar propina, por leer un libro en la fila mientras espera turno, por la guerra de Irak, por mirarle las piernas a la gerenta, por ir despeinado, por no promocionar lo suficiente sus servicios, por quejarse del mal servicio que brindan, porque la cotización del petróleo bajó en la bolsa de Londres, porque aumentó, porque el día amaneció nublado, oscuro, y ellos tienen que encender las luces del local, por…la Emergencia Social que ellos se ha visto obligados a decretar... por...
Por Juan Linares