Las organizaciones de todo el país que conformamos este espacio nos definimos como movimientos independientes (del Estado, de las iglesias, de los sindicatos y de los partidos políticos), antiimperialistas y anticapitalistas.El Frente reivindica una concepción de construcción de la autonomía que se reconoce y se afirma en la articulación con lo que se nos parece y en la imprescindible coordinación con quienes tenemos diferencias para dar las luchas cotidianas que imponen las necesidades de nuestro pueblo y desarrollar los proyectos que movilizan nuestros sueños colectivos.Apostamos a la democracia de base, la formación integral, apelando a la Educación Popular para permitir la verdadera participación y la construcción de poder popular. No concebimos la separación de lo político y lo social. Es precisamente a partir de las conquistas y de la lucha por nuestros derechos que vamos tomando conciencia de la situación que vivimos y de quienes son los responsables de esa situación.
Asambleas de base
Estamos convencidos que deben ser las asambleas de base de trabajadores desocupados o ocupados, y también de estudiantes, vecinos o de cualquier ámbito social, la fuente generadora de una política de transformación, cuyos proyectos, sueños y decisiones solo pueden concretarse y ejecutarse si son acompañadas de la organización de los esfuerzos, la memoria de las mejores experiencias de las luchas de nuestro pueblo y la síntesis de las propuestas.Por otro lado, consideramos que la democracia interna y la formación son elementos esenciales para garantizar la participación real de los trabajadores y el pueblo en sus organizaciones de base. También pensamos que la nueva sociedad con que soñamos debe construirse desde ahora, a partir de nuevas prácticas y de nuevos valores: la solidaridad, la confianza, la humildad y el respeto, con el objetivo de crear mujeres y hombres nuevos.
En el Frente Popular Darío Santillán estamos organizados en base a dos criterios: el regional-territorial, y el sectorial. A las mesas de coordinación (porque no concebimos ámbitos de conducción, sino de coordinación) de cada regional concurren compañeros o compañeras mandatados por las asambleas de base de sus organizaciones y de las distintas áreas de trabajo del Frente: Productivo, Formación, Gestión, Administración, Relaciones Políticas, Seguridad, Prensa, Tierra y Vivienda; y espacios más flexibles como Salud, Cultura, Sindical, Jóvenes, Mujeres y Espacio Agrario. Sectorialmente, se organizan los estudiantes, los trabajadores desocupados e incipientemente los grupos culturales.
Tenemos reuniones semanales de delegados de todas las organizaciones que componen el Frente y cada tres meses realizamos una reunión ampliada en distintos lugares del interior del país. En estas reuniones se sintetizan las decisiones políticas más importantes y urgentes según los mandatos de los ámbitos de base, que deberán ser confirmadas por el siguiente plenario. Estos se realizan cada seis meses y allí decidimos los trazos gruesos de avance de la organización, los ejes de trabajo y elegimos los voceros con doble mandato: de sus organizaciones y del plenario del Frente. Los compañeros y compañeras mandatados en esas áreas claves no pueden estar más de dos años en un área o tarea y los equipos rotan al 50% para garantizar la continuidad en las experiencias y saberes.Esta rotación también tiene por objetivo evitar los personalismos y demostrar que lo importante en una organización democrática no son los “dirigentes”, sino las decisiones de las bases, más allá de qué compañero o compañera sea elegido para expresar esos mandatos.
Planes sociales
En el sector de trabajadores desocupados, si bien la lucha es por un trabajo digno y un ingreso justo, la gravísima realidad social impone la necesidad de contar con planes de empleo, comedores populares, y también emprendimientos productivos autogestionados, a los que les damos mucha importancia.La verdad es que quien maneja esos planes es el Gobierno, que tiene la atribución exclusiva de darlos o sacarlos, y lo hace según su interés político, apelando al mismo clientelismo que todos los gobiernos anteriores. Respecto a los planes de empleo, en el Frente estamos luchando por que se universalice esa ayuda social a todo el que no tenga trabajo, porque es justo, necesario, y porque así se acabaría con el clientelismo, si les corresponde a todos por ley, nadie puede manejarlos. Y por ese mismo motivo, a pesar de que hay superávit fiscal, el Gobierno se niega a hacerlo.
Líneas de acción
En nuestro primer plenario acordamos que trabajaríamos cinco ejes políticos principales:
La problemáticas de Hambre, Pobreza y Desocupación: tras estos ejes se vuelca nuestro trabajo cotidiano en los barrios y lugares de trabajo, y también nos encuentra en la calle coordinando con otros sectores en lucha.
La lucha por juicio y castigo a los culpables materiales e intelectuales de la Masacre del 26 de Junio de 2002 en el Puente Pueyrredón. Desde esa fecha, cada 26 marchamos a Avellaneda para recordar a nuestros compañeros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, asesinados por el gobierno de Duhalde y su patota policial.
Los Derechos Humanos y Ciudadanos.
El eje Antirrepresivo: El desprocesamiento de todos los luchadores populares y la libertad de Gabriel Roser (militante del MUP preso hace más de un año por una causa armada por el PJ bonaerense) y todos los presos políticos.
La lucha por la Soberanía (ALCA, Deuda, Recursos Naturales), que nos acerca en la lucha a nuestros hermanos campesinos del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero, MCC (Movimiento Campesino Cordobés) y UST (Unión de los Sin Tierra de Mendoza).
Corte de ruta
El corte de ruta para el Frente Darío Santillán es un método de lucha, que se impone cuando fracasan las instancias previas de diálogo, cuando después de pedir audiencias, presentar petitorios, esperar promesas, hacer movilizaciones, no queda otra forma de hacerse visible que cortar una ruta y desafiar al Gobierno a que tenga que darnos solución.
En algunos casos también las demandas de los piquetes fueron dirigidas a las empresas que se negaban a generar fuentes de trabajo, y en el último año vimos cómo estudiantes, vecinos, trabajadores en las puertas de las fábricas, también se apropiaban de este método de lucha.
El problema, el debate, no debería ser si piquete sí o piquete no: cuando se llega al corte de ruta es porque la sordera del poder político no deja otra alternativa. El debate es si hay graves motivos sociales desatendidos que generan esas protestas: entonces cuando hay un piquete, un corte de ruta o puente, toda la sociedad tendría que enojarse, sí, pero con el Gobierno, y exigir que se den respuestas a los reclamos.
Definiciones ideológicas; objetivos políticos
Perseguimos el cambio social, que conlleva a nuestro entender dos tareas interrelacionadas: un cambio estructural y revolucionario del sistema capitalista, basado en el individualismo y la ganancia de unos pocos, por una sociedad basada en la solidaridad y la igualdad; y cambiar nuestras relaciones cotidianas, organizando todos los aspectos de la vida social y política a partir de la igualdad y transformando los valores negativos que arrastramos para construir la solidaridad y la dignidad todos los días.
Creemos que hoy el pueblo no generó, aun, una alternativa de poder desde las bases, genuina, que lo tenga como protagonista de un proceso real de cambio. Por eso no nos involucramos en las elecciones, porque vemos que sin esa fuerza popular para garantizar las políticas de transformación necesarias, las elecciones sólo sirven a los partidos que sostienen y son parte de este sistema de injusticias. Y por eso preferimos concentrar todo nuestro esfuerzo social y militante en la construcción de poder popular, es decir, del protagonismo del pueblo desde las bases, con conciencia y vocación transformadora.
I.R.A.