miércoles, 28 de septiembre de 2011
Tierra concentrada, modelo fracasado
La protesta social hoy retumba por todo el territorio nacional, y ante semejante movimiento, el gobierno de Santos solo responde que la movilización esta "infiltrada por la insurgencia". Y lo esta. Porque para el mal gobierno, la insurgencia no es las FARC o el ELN, la insurgencia somos todos los hombres y mujeres que nos levantamos, piedra, fusil, o libro en mano, a hacer respetar nuestra dignidad como hijos del pueblo. Asi que, señor Santos: si por protestar somos insurgencia, pues entonces somos insurgentes. A la orden!
Tierra concentrada, modelo fracasado
Tomado de Semana.com
El Informe de Desarrollo Humano (IDH) 2011 del PNUD pone el dedo en la llaga: pocos son los dueños de la mayoría de las tierras en Colombia, principal causa de que el país tenga uno de los peores índices de distribución de la riqueza global. El Estado ha fallado en su modelo de desarrollo agrario.
La conclusión del IDH 2011 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fue contundente en determinar que la principal talanquera para el desarrollo humano en Colombia es la alta concentración de tierras en pocas manos.
El Informe afirma que el 52 por ciento de la gran propiedad está en manos del 1,15 por ciento de la población, algo que termina por verse reflejado en el denominado coeficiente de Gini (que mide la desigualdad entre ricos y pobres) que indica que en materia de concentración de tierras en Colombia es de 0,85, un número alto si se tiene en cuenta que la escala va de 0 a 1. El índice general para Colombia es de 0,58, uno de los peores del mundo.
El diagnóstico del PNUD señala que el modelo de desarrollo agrario que se ha venido aplicando en Colombia en las últimas décadas solo ha favorecido aún más la concentración de tierras. Después de la apertura económica, la lógica de “más mercado y menos Estado”, sumado al debilitamiento de las instituciones y al control de territorios por parte de los grupos armados ilegales dejaron como resultado una estructura agraria inequitativa. “Toda la estructura de tenencia de la tierra y estructura agraria que tiene el país impiden y dificultan el desarrollo humano”, reza el informe.
La tierra en Colombia, además, se ha convertido en un bien especulativo que se acumula para obtener rentas sin ningún esfuerzo productivo. Es símbolo de riqueza, estatus, y prestigio social, algo que no ocurre en otros países. Eso explica en parte las luchas que se han dado por tenerla y es una de las razones por las cuales no han prosperado las reformas agrarias que se vienen intentando desde los años 30 del siglo pasado.
Colombia es rural
Uno de los mitos que se derrumban con el informe es que Colombia es un país urbano, pues casi la tercera parte de la población es rural (en vez de un cuarto como lo dijo el censo de 2005), que señala que 75,5% de los municipios colombianos son rurales y representan el 94,4% del territorio, según el nuevo índice de ruralidad construido por los investigadores. Por eso, si Colombia quiere modernizarse debe solucionar primero el conflicto agrario.
El informe explica que el país si bien tiene un potencial de 21,5 millones de hectáreas, solo cultiva el 22,7 % de las tierras aptas (4,9 millones de hectáreas). En cambio, hay una ‘ganaderización’ de la tierra en Colombia, pues 39,2 millones de hectáreas están destinadas para pastos, rastrojos y malezas, de las cuales 31,6 están usadas en ganadería bovina, donde hay menos de una cabeza de ganado por hectárea.
Ese territorio es 10,6 millones más grande que el de las tierras aptas destinadas para producción de alimentos. Esto resulta paradójico porque Colombia es de los pocos países del mundo, junto con Brasil que dispone de tierras para expandir su frontera agrícola.
Los conflictos por el uso de tierra para ganadería, agricultura, minería o para fines de conservación requieren una pronta solución. El narcotráfico es un elemento adicional que incide en el conflicto agrario de manera especial en Colombia y que se ha traducido en el despojo y desplazamiento de los habitantes rurales del país.
El informe cifra el despojo de tierras en 6,6 millones de hectáreas, es decir, el 12,9 por ciento de la superficie agropecuaria; de las cuales se han recuperado 495.493. De ese total, el 73 por ciento corresponde a minifundios y propiedades pequeñas de hasta 20 hectáreas.
Como consecuencia, en los últimos 13 años, unos 3,6 millones de personas han sufrido el desplazamiento forzoso, el 65 por ciento de ellas menores de 25 años y el 14 por ciento con menos de 4 años.
Así mismo se midió qué tan democrática ha sido la sociadad rural colombiana, en medio del conflicto armado que la agobia, vinculándose su carencia con una mayor pobreza de los habitantes.
Según un modelo aplicado por los investigadores, se encontró que en las poblaciones en donde hubo menos alternancia política y pesisitó el control de las elecciones por parte de un solo grupo o partido político, hubo más necesidades básicas insatisfechas, más miseria y más precariedad en los servicios.
Razones para la esperanza
El informe llega en un momento crucial, en que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos se embarca en la aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, y justo cuando se está creando una nueva Ley de Desarrollo Rural que busca complementar la de las víctimas y generar oportunidades para que los campesinos tengan un futuro económico en el campo.
El PNUD propone una "reforma rural transformadora" para cambiar esa estructura inequitativa y democratizar la tenencia de la tierra. Esto no significa que todas las grandes propiedades deban ser desconcentradas, sino aquellas que no están siendo utilizadas de forma adecuada, como muchas de las que están dedicadas a la ganadería extensiva. La clave está en un reordenamiento territorial que permita la transformación que necesita el país.
Este es un acto, sobre todo, de voluntad política. El informe le dice al gobierno que no está solo, que se apoye en una red de investigadores, académicos y pensadores y propone acuerdos entre el Estado y la sociedad civil, abogar por la seguridad humana, la inclusión de los grupos minoritarios y la generación de confianza de la población hacia las instituciones.
jueves, 22 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Solidaridad con la justa protesta de los trabajadores petroleros!
Nuevamente reiteramos nuestro incondicional apoyo con las justas luchas y reivindicaciones de nuestros hermanos trabajadores del sector petrolero, históricamente abusados, explotados y asesinados por las compañías extranjeras que roban nuestros recursos naturales. Las concesiones dadas por el Estado colombiano a empresas multinacionales como Pacific Rubiales, deben ser revocadas bajo un gobierno legítimo y soberano. Es un secreto a voces como en la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, ha penetrado la corrupción que vende títulos de exploración y explotación al mejor postor, sin importar las consecuencias sociales o ambientales que estos contraen.
Defender los recursos naturales como un patrimonio de las gentes de Colombia es responsabilidad de todos. Respaldar las justas luchas de quienes trabajan para estas empresas es nuestro deber.
Movimiento IRA
Tensa calma se vivió este miércoles en Puerto Gaitán
Tras un aguacero que empezó a las 2 de la mañana del miércoles y que solo cesó cinco horas después, los ánimos, caldeados por el paro petrolero en Campo Rubiales y Puerto Gaitán, se enfriaron y llegó una relativa calma que ha permanecido durante el día.
La vía que une a Puerto Gaitán con Rubiales está desierta y por ella no se han visto transitar ni una de las cerca de 300 tractomulas que a diario entran y salen de Campo Rubiales.
A la lluvia se unió el preacuerdo que hacia las 11 de la noche del martes hicieron las directivas de la USO y el Gobierno Nacional para que este miércoles se diera en la mañana una reunión en Bogotá con las directivas nacionales de ese sindicato, el Gobierno nacional y delegados de la Pacific Rubiales Energy (PRE).
Hacia las 10 de la mañana unos 400 obreros de distintas firmas contratistas de la PRE se reunieron en el sitio conocido como campo Oasis, que es la puerta de entrada a Campo Rubiales (KM. 127) de la vía a Puerto Gaitán-Rubiales, para escuchar a Henry Jara, dirigente regional de la sindical USO y acordaron esperar lo que pueda ocurrir con la reunión de las directivas nacionales en Bogotá (Naciones Unidas llama al diálogo por crisis en Campo Rubiales).
Jara denunció que a esa misma hora un helicóptero del Ejército sobrevoló a menos de 20 metros por el sitio en donde estaban dialogando los trabajadores, lo que generó molestias porque no se podía hablar ni oír nada y se levantó una polvareda que molestó al grupo de obreros.
"Nosotros estamos concentrados y respetando el acuerdo de frenar las hostilidades, pero la Fuerza Pública insiste en hostigarnos y provocarnos", dijo el dirigente sindical.
RUBÉN DARÍO ROMERO
LLANO SIETE DÍAS
RUBIALES (PUERTO GAITÁN-META)
Tomado de eltiempo.com