martes, 12 de abril de 2011

Que tan grave es la situación cuando hasta los medios del régimen denuncian las graves violaciones a los Derechos Humanos?

¿Que tan grave es la situación, cuando inclusive los medios del régimen denuncian las graves violaciones a los Derechos Humanos? ¿Que quiere decir el mensaje del gobierno estadounidense acerca de las "mejoras notables" de Colombia en esta materia? ¿De que país hablan Santos y sus amigos de la Casa Blanca?

En las ultimas semanas se ha demostrado con creces como, no solo las "mejoras notables" son una ironía y una burla a las víctimas, sino también que la situación en Colombia no hace más que empeorar. Los medios amigos de Santos nos hicieron creer que los crecientes escándalos respondían a "ollas podridas" heredadas del mal gobierno Uribe, pero ya han pasado varios meses del nuevo mal gobierno y la porquería no cesa de apestar: Cárceles militares 5 estrellas, creciente presencia de los "neo-paramilitares" en todo el país, miles de asesinatos a sindicalistas, lideres civiles, y defensores de DD.HH., y la perpetuación infinita y descarada de la impunidad.

¿Quien va a creer que la Embajada gringa no le informa a Obama y su gabinete de la situación REAL de Colombia? No es por inocentes que los presidentes, senadores, y eurodiputados se tragan entero las versiones oficiales de Santos y sus embajadores volados de la justicia. Para un cohecho se necesitan dos.

La reactivación TLC con EE.UU. y los acuerdos comerciales y de cooperación con Europa se han construido sobre la hipocresía descarada de funcionarios y presidentes cómplices de la barbarie en Colombia. Para ellos valen más los dolares ensangrentados que las fosas comunes de "unos cuantos negritos".

Hoy y siempre: YANQUIS GO HOME!!!


Militares condenados por graves violaciones al DIH siguen en servicio


Se trata de por lo menos 173 militares condenados a penas de hasta 40 años por graves delitos.

La mayoría de estos militares fueron condenados por falsos positivos y siguen activos en el Ejército, devengando la mitad de su salario mensual y con la posibilidad de hacer cursos de ascenso.

EL TIEMPO conoció el listado de oficiales y suboficiales sentenciados por la justicia ordinaria (cometieron delitos que no tienen relación con el servicio) y que hasta hace pocos días seguían recluidos en la cárcel militar de Tolemaida.

La mayoría de ellos sigue en el servicio gracias a un decreto del año 2000 que señala que no los retirarán a menos que exista una orden judicial o disciplinaria explícita en ese sentido. En otros casos, sin embargo, se ha aplicado la facultad discrecional para apartar de la institución a esos militares cuestionados.

Del listado de los que siguen activos llama la atención el caso del teniente Harrison Eduardo Eladio Aponte, destituido por la Procuraduría en febrero pasado dentro de la investigación por la masacre de 10 policías en Jamundí (Valle del Cauca).


El oficial, a quien el Tribunal del Valle del Cauca le hizo una rebaja sustancial de la pena de 54 años a 29, ingresó a Tolemaida en junio del 2010, el mismo mes en que le fue confirmada la sentencia. Es decir, era una sentencia ejecutoriada, que no tiene más instancias, salvo una revisión extraordinaria en la Corte (casación).


Por lo menos otros 40 casos (de los 173) están en la misma condición, y a pesar de ello los condenados siguen figurando como militares en servicio activo. La explicación que ha dado el Ejército es que en los casos en los que la condena está apelada hay que esperar a la decisión final para no violar los derechos de los militares, que podrían ser declarados inocentes.


Decenas de 'falsos positivos'

Militares sentenciados por tribunales de todo el país por ejecuciones extrajudiciales están pagando su pena en Tolemaida (que en principio es una cárcel para delitos estrictamente militares) y aparecen como activos.


Así figura el cabo Wílson Casallas Suescún, condenado a 40 años, junto con otros tres militares por la masacre de cuatro personas en Cajamarca en el 2003.


Es la misma pena que paga el cabo Carlos Andrés Ladino Monroy. Fue sentenciado como miembro del batallón Pedro Nel Ospina por la muerte de Juan de Jesús Rendón Alzate y las torturas a sus dos hijos, menores de edad, en abril del 2004 en la Vereda Anillal de Sonsón (Antioquia).


Siete soldados del batallón La Popa, de Valledupar, sentenciados por el falso positivo de tres jóvenes de barrios populares de Barranquilla, ingresaron el pasado mes de octubre a Tolemaida, a pesar de que el juez ordenó su traslado a una cárcel.


Dagoberto Alfonso Bustamante Mendoza, Alexander Sosa Peñaloza, Jorge Enrique Sánchez Sánchez, Oel Cañas De La Rosa, José Miguel Zuleta Palmera, Luis Fabián Padilla Holguín y Pedro Manuel Urruchurto Nieves fueron condenados a 40 años por el crimen, ocurrido en el 2007. También aparecen como militares activos.


Una situación similar es la del soldado Segundo Yebrail Galvis Nieto, sentenciado a 56 años de cárcel por el falso positivo de un campesino en Socotá (Boyacá). A pesar de que el juez ordenó una multa e inhabilidad por 20 años para ejercer cargos públicos, Galvis Nieto sigue activo en el Ejército.


REDACCIÓN JUSTICIA
Tomado de eltiempo.com

1 comentario:

quebrantandoelsilencio dijo...

Es absolutamente demencial la impunidad que existe en Colombia. Aquí en Europa sólo nos enteramos a través de medios alternativos puesto que jamás he oído ni visto una palabra sobre las reiteradas violaciones de los derechos humanos en los grandes medios de comunicación.
Un saludo.