miércoles, 30 de enero de 2008

El Caso Chambacú.

Este artículo que exponemos aquí muestra el accionar de las mafias capitalistas incrustadas en el Estado colombiano, mafias auspiciadas y defendidas abiertamente por el actual gobierno. Aunque su fuente no sea ni contrainformativa ni revolucionaria –El Espectador- da cuenta de un proceso en el que el robo y el descaro marcaron la pauta.

Quisieramos resaltar que este episodio ocurrió en Cartagena, una ciudad-postal, en donde el racismo y el clasismo excluyen a la mayoría de la población (los afrodescendientes pobres) de los beneficios estatales.

22 - Tierra Bomba, Cartagena
El Caso Chambacú.

QUÉ DESCUBRIÓ.
El 30 de noviembre de 1992 el constructor cartagenero Héctor García Romero entregó al Inurbe (Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana) una propuesta para adquirir la propiedad del terreno. Cinco meses después (14 de mayo de 1993), el entonces Ministro de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, nombró como director del Inurbe a Héctor García Romero, el mismo que le había planteado a la entidad que ahora dirigía, su interés por el lote de Chambacú. Siendo director del Inurbe, Héctor García Romero, le propuso al alcalde de Cartagena, Gabriel García Romero, su primo hermano, que le cambiaran la destinación de uso del suelo a Chambacú, propuesta que fue aceptada por su primo y avalada por el Concejo de Cartagena que decidió dividir el terreno en una zona de parque y otra de construcciones. La zona de parque fue cedida por el Inurbe a Cartagena en noviembre de 1993 y la de construcciones se vendió en febrero de 1995 al consorcio Chambacú de Indias S.A., en el que figuraban como socios Héctor García Romero, el embajador Luis Alberto Moreno, Fernando Araujo Perdomo, Alberto Araujo Merlano, Martha Abondano de García; Sergio Espinosa Posada y Rafael Pérez Lequerica, entre otros. El informe demostró que trámites como la decisión de cambiar la destinación del predio, la apertura de la licitación y el avalúo del lote, estuvo en manos de personas que después resultaron siendo los compradores de Chambacú.A estos hechos se sumaron otros detalles que demostraron que varios funcionarios del Inurbe entre 1993 y 1995 actuaron deliberadamente para favorecer los intereses de la Familia Araujo, del ex ministro y embajador en Estados Unidos, Luis Alberto Moreno y del ex director del Inurbe Héctor García Romero y su esposa Martha Abondano de García. El 4 de marzo de 1999 se escribió en uno de los apartes del editorial de El Espectador que: “Lo que llama la atención de este negocio es que un conjunto de funcionarios oficiales -en los gobiernos de Gaviria, Samper y Pastrana- terminaron como dueños del mismo. Es decir, quienes desde el Estado permitieron que el terreno fuera urbanizable, con el paso de los días terminaron ejecutándolos como socios de una empresa particular. Entre las determinaciones adoptadas por los actuales propietarios del terreno, cuando eran funcionarios, figura la liberación del terreno -originalmente previsto para un gran parque-, para que pudiese venderse y destinarse a la construcción”. Ese mismo día el periodista Ignacio Gómez publicó otro informe en el que mostró el rostro humano de la historia, el cual hacía referencia al drama de 35 familias que a través de distintos medios de presión del Estado habían sido desposeídos de sus predios, ubicados en el sector de Papayal, el cual hace parte de Chambacú y cuyos registros catastrales fueron borrados del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
ORÍGENES DE LA INVESTIGACIÓN.
Una de las más crudas historias del racismo en Colombia, Chambacú, designaba a un predio baldío, sede de un parque que nunca se construyó, donde generaciones enteras de afro-americanos libertos de la esclavitud vivían en la miseria secando playas de una ciénaga interior de la ciudad de Cartagena para construir ranchos semi-lacustres, entre la ciudad amurallada y el castillo de San Felipe, una fortaleza militar que fue la máxima construcción de la corona española en la colonización de América. El predio fue desalojado en los años 50, para alejar la miseria del proyecto turístico de Cartagena y luego del escándalo que generó la novela-denuncia “Chambacú, corral de negros” del escritor Manuel Zapata Olivella sobre la marginalidad social en la que la élite de la ciudad había mantenido a los negros de ese asentamiento, siglo y medio después de la abolición de la esclavitud, y en la perspectiva de alejar la miseria de los ojos. El domingo 28 de febrero de 1999, Ignacio Gómez G. reveló en El Espectador, un complejo entramado de corrupción para apropiarse del predio, en el que se involucraba altos funcionarios de tres gobiernos consecutivos.
Fuente: http://www.ipys.org/investigaciones/investigacion.php?id=68

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no leiii todo ese vervo lo unico abajo uribe,politica de seguridad democratica,y el capitalismo arribaaaaaaaaaaaaa la seguridad social

Anónimo dijo...

abajo uribe su politica de seguridad democratica y todo su combo de paracos arriba la justicia y la seguridad social