Contra el mundo, Uribe se unió a Bush para enfrentar los derechos de los pueblos indígenas. El 13 de septiembre, cumpliendo una demanda histórica de los pueblos indígenas de todo el mundo, la Asamblea General de la ONU, en su sesión 61, adoptó la Declaración que reconoce sus derechos fundamentales. La Declaración precisa los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas, especialmente sus derechos a sus tierras, territorios y recursos, a su cultura, identidad y lengua, al empleo, la salud, la educación y a determinar libremente su condición política y su desarrollo económico.
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En la votación, se pronunciaron 143 países a favor, 4 en contra (Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos) y hubo 11 abstenciones (Azerbaijan, Bangladesh, Bhutan, Burundi, Colombia, Georgia, Kenya, Nigeria, Rusia, Samoa y Ucrania). La posición negativa de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá no sólo es una afrenta a los indígenas de esos países, sino que es una decisión planificada para imponer mediante los tratados de "libre comercio" TLC, los derechos de las transnacionales por sobre los derechos humanos colectivos e individuales y en particular para aplastar los derechos indígenas.
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Como lo declaró el presidente de la ONIC, Luis Evelis Andrade Casama, “queda demostrado la verdad sobre lo que el gobierno de Uribe piensa sobre los pueblos indígenas, que somos un estorbo para sus apuestas de vender a cualquier precio, incluso a costo de nuestra pervivencia, las riquezas que hoy poseemos en nuestros territorios ancestrales, por ello la implementación de las diferentes leyes que siguen desmontando la misma Constitución Nacional”. La dramática situación de violaciones crecientes de los derechos humanos que viven los pueblos indígenas y el desmonte de sus derechos mediante leyes como el Estatuto Rural, encuentran su cohesión en el cinismo del gobierno colombiano en la ONU, cuando se abstuvo e votar a favor de los derechos indígenas, a pesar de que la Declaración fue limitada para lograr el consenso de los estados.
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3 comentarios:
Hacer la revolución no es realizar una combinación anárquica de formas de lucha con holocaustos incoherentes, sacrificios indiscriminados y actos delincuenciales en nombre de ideas abstractas, dogmatismos anacrónicos y mesianismos utópicos. Es combatir con audacia e inteligencia la injusticia y la inequidad, defendiendo valores con heroísmo, altruismo y solidaridad. Hoy, a nadie le importa el discurso mentiroso estalinista, troskita o maoísta, lo que vale es la lucha contra toda forma de violencia.
Que novedad esos comentarios del señor Horacio. Contribuiría más al debate (batalla de ideas la cual estamos dispuestos a afrontar) si en vez de continuar con su reencauchado macartismo señalando y amenazando, opinara sobre los temas de los cuales publicamos periodícamente artículos por este medio. ¿O es que su audacia, inteligencia y su defensa de valores con heroísmo, altruismo y solidaridad no le son útiles para tan grande empresa de la argumentación?.
Insumisión
Rebeldía
Anticapitalismo
La verdad duele señor IRAcundo. jejejeje!!!!!!!!!!!!!!!!
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