jueves, 27 de marzo de 2008

Debate anarquista: SOBRE LAS PRISIONES

¿Qué hacer en una sociedad anarquista con criminales, paranoicos, violadores y asesinos en serie?
Esta es la pregunta que con frecuencia se realiza, cuando en alguna discusión manifestamos que los anarquistas queremos eliminar cárceles y cuerpos de policía en la futura sociedad libertaria.

Normalmente el anarquista responde que el tipo de delito de esta sociedad, es la consecuencia de una serie de causas: si hay dinero y desigualdad en su reparto, habrá quien lo robe. Por el contrario, si desaparece el dinero y la posibilidad de acumular riqueza, dejará de existir el robo. Es decir: si eliminas la causa, desaparecerá el efecto. En una sociedad anarquista, en una sociedad libre, sin dominación e igualitaria, multitud de delitos desaparecerán.

A pesar de ello, objetan, seguirá habiendo crímenes, ya que determinadas conductas sociopáticas no dependen del ambiente, ya sea la sociedad más libre que se pueda imaginar. Hay conductas que vienen inscritas —de alguna manera—, en la propia personalidad. Hay individuos que disfrutan matando, vejando, humillando sexualmente. Hay personas que llevan en la sangre el asesinato, que se ven compulsivamente impelidas a realizarlo... Y vuelven a preguntar: «cómo se neutralizaría a esos sociópatas?, ¿qué harían con ellos?».

Lo que vienen a decir, es que hace falta un cuerpo policiaco eficaz que investigue esos casos escabrosos, y una institución que reinserte socialmente a los delincuentes.

A esto respondemos lo siguiente: que en la actualidad la policía no es eficaz para erradicar el delito; que la cárcel no sirve para la función de reinserción social; que de la ley no emana la justicia.

A) La policía no es eficaz para erradicar el delito. La creencia en su eficacia es debida —en gran medida—, al autobombo y a la propaganda.

En la sociedad se producen un número de delitos muy superior al de los que son conocidos por la policía, ya que la mayoría de los pequeños delitos no son denunciados. De los delitos conocidos mediante denuncia, muchos no son investigados y se archivan. De los que son investigados, tan solo el 30% —según estadística del Ministerio del Interior—, son resueltos. De los que son resueltos habría que descontar los que son mal resueltos culpabilizando a inocentes con buena o mala fe, o los que se dan por resueltos sin haberlo sido...

El Ministerio del Interior suele además falsear las estadísticas para que aparezcan menos delitos de los realmente conocidos. Así hay una gran diferencia entre los 1.294 homicidios declarados por el Ministerio del Interior en el 2007, y las 2.289 muertes investigadas por la Fiscalía General de la Nación y los falsos positivos de la fuerza publica.

Si combatir el delito es el objetivo de la policía, se la debería ver en los barrios marginales, controlando los puntos de venta de droga, el tráfico de armas, los vehículos robados... Sin embargo, en estos barrios sólo hay un CAI, y es muy raro que entren en ellos unidades policiales, dada la hostilidad con que son recibidas.

Por el contrario la policía a quien se dedica a controlar concienzudamente, es a ciudadanos "normales". Quien está correctamente identificado, trabaja, posee domicilio, no va armado, carece de instintos agresivos..., es más fácilmente controlable. La policía no sirve tanto para reprimir al delincuente, como para evitar que la gente de «ley y orden» se atreva a delinquir. Piénsese en la cantidad de medios «antidisturbios» que posee la policía.

En consecuencia lo que pretende la policía no es erradicar la delincuencia, sino mantenerla dentro de unos límites. Es decir, que exista un ghetto sirve —según este razonamiento—: primero para justificar el gasto en un aparato represivo; segundo, para que el ciudadano honrado se sienta defendido. De esta manera la víctima acaba pagando a su propio verdugo. No decimos que esto sea consciente —ni mucho menos—, sino que funciona de esa manera.

La policía sólo podría ser eficaz cuando hubiese pocos delitos. En una sociedad como la nuestra, en la que se cometen delitos continuamente, sólo es eficaz en aquellos casos especialmente relevantes a los que «miran» o que «interesan» (infiltraciones a las FARC, pero no se preocuparon de los PARAMILITARES Y PARAPOLITICOS que correteaban ante sus mismas narices).

Hay muchos delitos, porque las circunstancias de esta sociedad favorecen que los haya. Al existir un régimen que defiende la propiedad privada, la desigualdad y el privilegio, de los más de dos millones de delitos «conocidos» que se producen anualmente en COLOMBIA, el 80% son «contra la propiedad». Este número ingente de delitos, convierte en ineficaz cualquier actividad policial.

La policía no sólo es ineficaz para eliminar el delito, sino que más a menudo de lo que parece, lo impulsa y estimula. La trama de confidentes tolerados que trafican con armas, explosivos y drogas que sucede a diario en los barrios de la ciudad, el hecho de que a dos cuadras del CAI del barrio Boston exista un lugar de expendio de drogas y la policía no haga nada al respecto puede servir de ejemplo.

Hay que mencionar, además, los propios delitos que realiza la policía en el ejercicio de sus funciones: desde negligencias hasta abusos, cohechos, torturas, asesinatos. maltrato detenciones. arbitrarias. homicidios y desapariciones.

La cárcel no puede reinsertar al delincuente.

La función de la cárcel no es la de reinsertar al delincuente en la sociedad de la que se ha salido. Es absurdo que se pretenda socializar a alguien, sacándolo de esa sociedad, desarraigándolo, aislándolo tras unos muros, hacinándolo con miles como él, y haciéndole pasar una serie de humillaciones que quitan la dignidad y la libertad de las personas. Un régimen de esclavitud sólo puede generar su propia perpetuación y la sumisión o la reacción violenta de quienes lo soportan. Por eso la cárcel es un antro en el que los abusos, la violación de los derechos humanos, los asesinatos..., son tapados con hermosas palabras como reinserción. La función de la cárcel es la que siempre ha tenido: la ejecución en el último tramo del circuito represivo, de la venganza y el castigo de aquellos grupos que son privilegiados por las leyes. Esta venganza se efectúa sobre un preso, del que se espera su sometimiento, o en caso de no conseguirse, su aniquilamiento.
La ley no puede proporcionar la justicia.

Porque las leyes lo que hacen es asentar privilegios e injusticias. Vivimos en una sociedad desigual, en la que unos son pobres y otros ricos. Dado que las leyes se dedican a la defensa de la propiedad privada y los derechos de los individuos, lo que hace la ley es refrendar la desigualdad. Al definir como delito que el que no tiene tome aquello que posee el que tiene, lo que hace es condenar a la cárcel a los desposeídos.

A pesar de todos los argumentos de los clásicos y de los modernos que ofrecemos en contra de las cárceles, policías y leyes, los detractores del anarquismo insisten en que en una sociedad anarquista, aún existiendo pocos delitos, siempre se tendrán que perseguir los de los individuos claramente enfermos, o simples criminales, que atenten contra la vida y la integridad de las comunidades y de las personas, y que para ello seguirá siendo inevitable la creación de cárceles y cuerpos de seguridad.

Imaginemos pues, que en una comunidad anarquista aparecen una serie de muertes misteriosas (pongamos un centenar), cometidas por un asesino invisible, letal, silencioso, que no deja huella a su paso. ¿Quién se ocuparía de descubrirlo?

La respuesta es que lo descubriría el servicio de salud pública, a través de su equipo de vigilancia epidemiológica, siguiendo los métodos de la ciencia médica. Así se determinan los agentes causales de distintos envenenamientos masivos, poniendo nombre y apellido al veneno y señalando al responsable: la talidomida, el mercurio, el vibrión colérico, los aceites industriales. No se llama a la policía para descubrir una secuencia de cien fallecimientos y miles de lesionados. No se espera a decenas de tipos vestidos de azul y armados con porras. Se avisa a los epidemiólogos, a biólogos, a técnicos, a científicos, hombres y mujeres vestidos de calle o con bata blanca, que preguntan, observan, analizan, descubren y toman medidas. Quien es capaz de encontrar un virus, puede descubrir cualquier asesino, sea humano o venido de ultratumba. Y son esos técnicos, que no ostentan la capacidad represiva de un policía, quienes pueden aislar, controlar y reducir esas posibles amenazas, mediante la ayuda —si es preciso—, de otros profesionales que intervienen en situaciones de catástrofe: bomberos, protección civil.

No hace falta —por lo tanto—, un cuerpo dotado de funciones represivas, que se beneficie del delito para justificar su existencia.
Aportado por los compas de la Cruz Negra Anarquista - Medellin - http://www.cruznegraanarquistamedellin.blogspot.com/

19 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi hay una cosa que no me a quedado muy clara, creo que habéis dejado claro que la policía no es necesaria para dar con el criminal cosa que comparto con vosotros, pero una vez encontrado el criminal y siendo este proclive a actos como los que comentáis, ¿que seria lo que habría que hacer con el?, si estáis en contra de encerrarlo y por ahora no hay un tratamiento efectivo para estas “enfermedades” (por llamarlo de algún modo) ¿Cuál seria vuestra solución, teniendo la seguridad de que mientras este libre seguirá asesinando o violando etc. ?

Anónimo dijo...

La respuesta consiste en tener claro que las cárceles no son sitios que reforman o mejoran la condición de las personas que ingresan a ellas, como dice Fidel Castro: "las cárceles son escuelas del crimen".

Entonces, a través de la historia, ha habido intentos o iniciativas para convertir las cárceles en verdaderos centros reformatorios.

Un ejemplo (incluso dentro del marco del sistema capitalista más extremo) eran los proyectos ejecutados durante algún tiempo en las cárceles estadounidenses. Algunos senadores lograron llevar programas de educación superior respaldados por las mejores universidades del país (MIT, por ejemplo) hasta las prisiones federales. El proyecto funciono ejemplarmente durante un tiempo, los presos estudiaban y aprendían y, al cumplir su condena, salían a la libertad con una preparación profesional que les permitía conseguir puestos gratificantes y reincorporarse a la vida en sociedad fácilmente.

La educación es el factor que divide entre la degeneración irreversible de una persona y el mejoramiento de su condición como ser humano asocial.

Algunos precursores de la idea neoliberal concluyeron –en uno de sus únicos análisis sensatos, desde mi punto de vista- que no hay seres humanos malos, que atenten contra los intereses de la sociedad por naturaleza, solo falta de educación…

Anónimo dijo...

se podria ver como la ciencia la medicina y la sicologia puedan ayudar a la reincorporacion de individuos

Gallo Rojo dijo...

batallòn 1986 - 2006- te dice algo?

Anónimo dijo...

Educad al niño para no tener que castigar al adulto. Con educación se minimiza la gente que entra a las carceles pero no se elimina el problema. Siempre habrá gentusa que quiera ganar dinero facilmente y sin trabajar, asesinando y robando y gente degenerada que hay que tener guardada por que son peligros sociales, como el garabito ese.

Anónimo dijo...

Para Gallo Rojo:

No me suena "batallòn 1986 - 2006",
quiere decir que es?

Salud.

Anónimo dijo...

"A los asesinos terroristas no los va a amilanar la pena máxima. A la gente irrecuperable tiene que eliminársele de la sociedad... Sepan los subversivos que han herido profundamente a la institución y al país entero y sepan también que han despertado al león..." Julio Pacheco Concha (mayo 1986) / Almirante de la Marina de Guerra del Perú.

Anónimo dijo...

300 comunistas menos en el mundo. Que bien le hicieron a la humanidad esos del Frotón.

Gallo Rojo dijo...

Pues es que vi a alguien con una camiseta que decìa I.R.A un logo muy expresivo y relacionado con ese mensaje, pensé que podía tener alguna conexión y de paso establecer contactos pero al parecer no...

Anónimo dijo...

pues en una sociedad anarquista sgun tengo entendido se ejerce la presion social tu sabes quien roba si el individuo no colabora con la sociedad la sociedad no colabora con el individuo y tambien influye mucho la educacion como dijo alguien por ahi Educad al niño para no tener que castigar al adulto.y como usted lo dice gente degenerada que hay que tener guardada por que son peligros sociales la carcel lo unico que hace en este pais es aislar a la gente momentaneamente sin una posibilidad de reinserccion social si ud apoya lo de excluirlos habria que excluirlos de por vida o hasta que se diera un resultado algo que casi nunca pasa en una carcel con el dinero invertido en carceles se puede invertir en investigadores que analizen causas de la violencia sexual para asi atacarla desde la raiz y enviar sicologos medicos etc para que ayuden al individuo sicologicamente para que asi pueda vivir en sociedad sin maltratarla

Anónimo dijo...

Y que de la transición de un modelo con carceles a uno sin carceles?
Que hacemos con los presos?
Que hacemos con los que delinquen mientras la nueva generación "educada" alcance la mayoría de edad?

Anónimo dijo...

sabemos que la carcel no regenera a nadie, pero tampoco se puede soltar a los reos por que se supone que van a delinquir de nuevo, pero sabemos que el ladron no volvera a robar de nuevo. Así solo nos queda el estudiar a los presos que no son causado por el sistema en el que vivimos, que en lo general son personas con problemas psiquiatricos (asesinos en serie y violadores.Sin enfocarnos en otros posibles)se trataria de la misma forma que se tratara con los futuros delinquentes, esto ademas brindara experiencias que ayudaran a tratar a los futuros delinquentes

Anónimo dijo...

el problema es que los presos son un costo apra la sociedad por que ya no aportan al estado(administrados de recursos generales), y se combierten en un carga economica....seria practico dejarlos en un gran decierdto aislados esperando a que naturaleza haga lo suyo...pero pues seria anti-humano iria contra sus derechos, sin contar los posibles inocentes atrapados en errores, pues seria la salida facil.

Anónimo dijo...

A los irrecuperables no es mejor eliminarlos?
Inhumano pero creo yo necesario.

Anónimo dijo...

Dos presuntos delincuentes colombianos fueron quemados vivos en Ecuador POR MATAR A UN COMERCIANTE.
ESA ES LA JUSTICIA DEL PUEBLO.
ASI SE DEBEN TRATAR A LAS LACRAS SOCIALES.

Anónimo dijo...

¿y si ud fuera el ladron?....
seria lo correcto?

Anónimo dijo...

Hay que dejar claro que en una sociedad libertaria (o anarquista) ningun ser humano puede atribuirse el derecho a acabar o determinar la vida de otro ser. (Esto es en una etapa posterior a la revolucion, claro esta, pues como decia Bakunin "la pasion de la destruccion es una alegria creadora" y no hay por que considerar perdonarle la vida a los burocratas y capitalistas que se reusen a cooperar con el nacimiento de la nueva sociedad...)

Entonces, en la nueva sociedad, luego del proceso revolucionario y educativo, nunca habria pena de muerte, tampoco carceles, ya que no habria autoridad.

La "presion social", como decia el compa mas arriba puede ser una herramienta eficaz contra los que atenten contra la colectividad...

Salud.

julio dijo...

El debate este es muy interesante.Estoy de acuerdo con lo que decis de la policia y de los presos.También creo que lo peor es no tener un plan sino seguir con lo mismo y si no resulta más de lo mismo.

Anónimo dijo...

En fin la discusión eterna de la reinserción del sistema penitenciario.- Entiendo que de ningún modo se integran en la sociedad los presos que han sido encarcelados bajo un modelo obsoleto y mácime si tienen causas por delitos que tienen que ver más con un patrón psiquiátrico que con una mala conducta. POr lo tanto deberíamos de centrarnos en otros, puesto que éstos la ·"solución" tan sólo pararía por una institución psiquiátrica que no tuviese nada que ver con las que hasta ahora se conocen. En cuanto al resto de reos, la educación, la oportunidad de hacer algo grande en su vida y poder contribuir en proyectos que les llenen sería más que una solución. En cuanto a aquellos que no cumpliesen con el código de la sociedad libertaria decir que hay mucho monte para limpiar. Salud