Iván Cepeda Castro, el representante del Movimiento de Víctimas de los Crímenes de Estado es uno de los organizadores de la marcha que propone homenajear a las víctimas de los grupos paramilitares el próximo 6 de marzo. El hijo de Manuel Cepeda, un destacado líder del Partido Comunista quien fue asesinado el 9 de agosto de 1994 por sicarios de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), considera que es importante aprovechar el momento de sensibilidad que atraviesa el país para generar conciencia sobre la situación de las víctimas del paramilitarismo y denunciar los delitos de estos grupos.
Semana.com: Dentro de la convocatoria que ustedes hacen se leen varias razones de esta marcha como un homenaje a las víctimas o el repudio a los crímenes de los paramilitares. ¿Cuál es el propósito de la marcha?
Iván Cepeda: Esencialmente lo que queremos es rendir un homenaje a las víctimas de los grupos paramilitares y de agentes del Estado. Consideramos que, incluso desde antes del 4 de febrero, se ha puesto en la discusión pública el tema ético sobre la actitud de la ciudadanía frente a las víctimas. Queremos que se generalice y se le rinda un muy justo homenaje a los desplazados, a los desaparecidos, a los familiares de los asesinados y masacrados, a través de múltiples actos simbólicos en Bogotá, algunas ciudades del país y en otras ciudades del mundo. No sólo queremos que sea un momento de hacer memoria sino de solidaridad.
Semana.com: En este momento, en el que aún no se ha digerido el alcance de la marcha “Contra las Farc”y sus consecuencias, hacer otra marcha puede interpretarse como una contra-marcha o una actitud revanchista. ¿Qué piensa de eso?
I.C: No es el ánimo una revancha y quien lo considere así se equivoca gravemente. Aquí el ánimo es construir, buscar la paz en el país y eso solamente es posible si reaccionamos de una manera cada vez más honesta y más ética, con relación a lo que está ocurriendo. Este momento hay qué aprovecharlo. Mucha gente nos ha dicho, ‘pero es muy pronto para hacer otra marcha’. Justamente en este momento es que hay que salir con una propuesta de esta naturaleza. Porque este país tiene una capacidad de volver a la normalidad, a la indiferencia, y no quisiéramos que eso ocurra sin antes expresarnos de una manera masiva contra todos estos crímenes. Yo creo que lo del 4 de febrero fue importante en la medida en que se rompió el silencio y hay que profundizar en eso. Hay que volverlo, digamos, permanente.
Semana.com: Una de las críticas que los familiares de los secuestrados hicieron a la marcha contra las Farc fue su falta de alcance por no ser contra la violencia. En la invitación de ustedes se lee “por” las víctimas, pero también el “nunca más para militares y parapolíticos”. ¿No cree que esto se pueda prestar para ambigüedades?
I.C: La marcha lleva implícita una condena a los delitos de los paramilitares. También a hechos preocupantes como que algunos de los implicados en la parapolítica sigan ejerciendo cargos diplomáticos, a las ejecuciones extrajudiciales por parte de agentes de la Fuerza pública. Consideramos que hay una deuda social con las víctimas de estos crímenes. No es posible que en Colombia aparezcan miles de personas en fosas, que se hayan desaparecido otros tantos y los familiares pasen desapercibidos. Ahí hay un problema ético si no se condenan estas prácticas. Las víctimas no pueden seguir pasando sin un reconocimiento público. En otras marchas ocurridas en 1995 y 1999 se condenó el secuestro. El año pasado se marchó por el execrable asesinato de los 11 diputados del Valle. Se han creado leyes, ha habido pronunciamientos oficiales reiterativos. Las fuerzas vivas de la sociedad unánimente han condenado al secuestro y se han dado a conocer sus víctimas. Pero eso no ha ocurrido con las víctimas del paramilitarismo. Cuando estuvimos en el Congreso fue un acto solemne, pero nos sentimos solos. Hemos hecho otros intentos de convocar a marchas pero no se ha podido. Consideramos que este es el momento para que la gente se solidarice y se produzca una demostración pública de rechazo a estos crímenes.
Semana.com:¿Y cuál es su posición frente al secuestro?
I.C: Sin ninguna clase de ambigüedades es de total rechazo y condena. De solidaridad permanente con los familiares y de la exigencia de la pronta liberación de las víctimas. Consideramos que el secuestro es una práctica que no solo priva de la libertad a la víctima, sino que la reduce a una condición infrahumana, pues el tratamiento que se le está dando es un trato denigrante que a todas luces ofende la conciencia de la humanidad.
Semana.com: Si la marcha no tiene el mismo impacto que tuvo la marcha convocada por “Un millón de voces contra las Farc”. ¿Qué pasará?
I.C: Nosotros no estamos planteando una competición, ni queremos que la opinión pública intente medir qué actos son más repudiables que otros. Lo que nos parecería muy importante es que haya una expresión pública, ojalá lo más masiva posible. Pero el sólo de hecho de salir a la calle es un buen comienzo. Es muy importante que los ciudadanos se expresen contra estos crímenes. Ahora, si no lo hacen, no vamos a asumir un papel retaliativo. Nosotros como víctimas del Estado y de los paramilitares nunca hemos tenido un reconocimiento público. Hay familiares, como los desaparecidos del Palacio de Justicia, que llevan 23 años esperando justicia y que nunca han tenido un reconocimiento ni un homenaje nacional ni internacional importante. Así que si se llegan a producir gestos importantes, si los medios registran eso y comienza un debate sobre las otras víctimas, para nosotros será ganancia.
Semana.com: El país sufre una polarización evidente. ¿Cómo hacer para que una marcha de este tipo no atice más la radicalización de las posturas?
I.C: Nosotros queremos que la demostración sea sin odios, que el énfasis esté en las víctimas de los paramilitares, parapolíticos y agentes estatales (pero eso no quiere decir que no se recuerde a todas las víctimas), que los ciudadanos comiencen a tener el hábito democrático de condenar, sin ningún tipo de prejuicios ni ambigüedades todas las formas de violencia. Si llegamos a ese estado de madurez como sociedad yo creo que habremos allanado el camino para la paz.
Semana.com: Dentro de la convocatoria que ustedes hacen se leen varias razones de esta marcha como un homenaje a las víctimas o el repudio a los crímenes de los paramilitares. ¿Cuál es el propósito de la marcha?
Iván Cepeda: Esencialmente lo que queremos es rendir un homenaje a las víctimas de los grupos paramilitares y de agentes del Estado. Consideramos que, incluso desde antes del 4 de febrero, se ha puesto en la discusión pública el tema ético sobre la actitud de la ciudadanía frente a las víctimas. Queremos que se generalice y se le rinda un muy justo homenaje a los desplazados, a los desaparecidos, a los familiares de los asesinados y masacrados, a través de múltiples actos simbólicos en Bogotá, algunas ciudades del país y en otras ciudades del mundo. No sólo queremos que sea un momento de hacer memoria sino de solidaridad.
Semana.com: En este momento, en el que aún no se ha digerido el alcance de la marcha “Contra las Farc”y sus consecuencias, hacer otra marcha puede interpretarse como una contra-marcha o una actitud revanchista. ¿Qué piensa de eso?
I.C: No es el ánimo una revancha y quien lo considere así se equivoca gravemente. Aquí el ánimo es construir, buscar la paz en el país y eso solamente es posible si reaccionamos de una manera cada vez más honesta y más ética, con relación a lo que está ocurriendo. Este momento hay qué aprovecharlo. Mucha gente nos ha dicho, ‘pero es muy pronto para hacer otra marcha’. Justamente en este momento es que hay que salir con una propuesta de esta naturaleza. Porque este país tiene una capacidad de volver a la normalidad, a la indiferencia, y no quisiéramos que eso ocurra sin antes expresarnos de una manera masiva contra todos estos crímenes. Yo creo que lo del 4 de febrero fue importante en la medida en que se rompió el silencio y hay que profundizar en eso. Hay que volverlo, digamos, permanente.
Semana.com: Una de las críticas que los familiares de los secuestrados hicieron a la marcha contra las Farc fue su falta de alcance por no ser contra la violencia. En la invitación de ustedes se lee “por” las víctimas, pero también el “nunca más para militares y parapolíticos”. ¿No cree que esto se pueda prestar para ambigüedades?
I.C: La marcha lleva implícita una condena a los delitos de los paramilitares. También a hechos preocupantes como que algunos de los implicados en la parapolítica sigan ejerciendo cargos diplomáticos, a las ejecuciones extrajudiciales por parte de agentes de la Fuerza pública. Consideramos que hay una deuda social con las víctimas de estos crímenes. No es posible que en Colombia aparezcan miles de personas en fosas, que se hayan desaparecido otros tantos y los familiares pasen desapercibidos. Ahí hay un problema ético si no se condenan estas prácticas. Las víctimas no pueden seguir pasando sin un reconocimiento público. En otras marchas ocurridas en 1995 y 1999 se condenó el secuestro. El año pasado se marchó por el execrable asesinato de los 11 diputados del Valle. Se han creado leyes, ha habido pronunciamientos oficiales reiterativos. Las fuerzas vivas de la sociedad unánimente han condenado al secuestro y se han dado a conocer sus víctimas. Pero eso no ha ocurrido con las víctimas del paramilitarismo. Cuando estuvimos en el Congreso fue un acto solemne, pero nos sentimos solos. Hemos hecho otros intentos de convocar a marchas pero no se ha podido. Consideramos que este es el momento para que la gente se solidarice y se produzca una demostración pública de rechazo a estos crímenes.
Semana.com:¿Y cuál es su posición frente al secuestro?
I.C: Sin ninguna clase de ambigüedades es de total rechazo y condena. De solidaridad permanente con los familiares y de la exigencia de la pronta liberación de las víctimas. Consideramos que el secuestro es una práctica que no solo priva de la libertad a la víctima, sino que la reduce a una condición infrahumana, pues el tratamiento que se le está dando es un trato denigrante que a todas luces ofende la conciencia de la humanidad.
Semana.com: Si la marcha no tiene el mismo impacto que tuvo la marcha convocada por “Un millón de voces contra las Farc”. ¿Qué pasará?
I.C: Nosotros no estamos planteando una competición, ni queremos que la opinión pública intente medir qué actos son más repudiables que otros. Lo que nos parecería muy importante es que haya una expresión pública, ojalá lo más masiva posible. Pero el sólo de hecho de salir a la calle es un buen comienzo. Es muy importante que los ciudadanos se expresen contra estos crímenes. Ahora, si no lo hacen, no vamos a asumir un papel retaliativo. Nosotros como víctimas del Estado y de los paramilitares nunca hemos tenido un reconocimiento público. Hay familiares, como los desaparecidos del Palacio de Justicia, que llevan 23 años esperando justicia y que nunca han tenido un reconocimiento ni un homenaje nacional ni internacional importante. Así que si se llegan a producir gestos importantes, si los medios registran eso y comienza un debate sobre las otras víctimas, para nosotros será ganancia.
Semana.com: El país sufre una polarización evidente. ¿Cómo hacer para que una marcha de este tipo no atice más la radicalización de las posturas?
I.C: Nosotros queremos que la demostración sea sin odios, que el énfasis esté en las víctimas de los paramilitares, parapolíticos y agentes estatales (pero eso no quiere decir que no se recuerde a todas las víctimas), que los ciudadanos comiencen a tener el hábito democrático de condenar, sin ningún tipo de prejuicios ni ambigüedades todas las formas de violencia. Si llegamos a ese estado de madurez como sociedad yo creo que habremos allanado el camino para la paz.
Tomado de: http://www.movimientodevictimas.org/node/565
4 comentarios:
vamos a aclarar el porqué la marcha del 6 de marzo es considerada ya como la marcha de desagravio a los terroristas.
Quien convocó a la marcha?
IVAN CEPEDA, cierto?
Y a que partido pertenece Cepeda?
Al partido comunista, cierto?
Y que es el partido comunista?
El que comparte la filosofía de las farc de alcanzar el poder bajo todas las formas de lucha, es decir aprueba el terrorismo, cierto?
O sea que basicamente el partido comunista es el ala politica de las farc, cierto?
Y quienes a través de anncol invitan a la marcha, diciendo que nos pronunciemos los colombianos en contra del gobierno legitimamente establecido?
Las farc, cierto?
Entonces, blanco es la gallina lo pone y frito con pan se come.
Pues claro que esta marcha esta más que infiltrada por los faruquientos, más claro no canta un gallo.
Por eso no marcharé el 6 de Marzo.
FUERA LAS FARC DE COLOMBIA!!!!!!
vamos a aclarar el porqué la marcha del 6 de marzo es considerada ya como la marcha de desagravio a los terroristas.
Quien convocó a la marcha?
IVAN CEPEDA, cierto?
Y a que partido pertenece Cepeda?
Al partido comunista, cierto?
Y que es el partido comunista?
El que comparte la filosofía de las farc de alcanzar el poder bajo todas las formas de lucha, es decir aprueba el terrorismo, cierto?
O sea que basicamente el partido comunista es el ala politica de las farc, cierto?
Y quienes a través de anncol invitan a la marcha, diciendo que nos pronunciemos los colombianos en contra del gobierno legitimamente establecido?
Las farc, cierto?
Entonces, blanco es la gallina lo pone y frito con pan se come.
Pues claro que esta marcha esta más que infiltrada por los faruquientos, más claro no canta un gallo.
Por eso no marcharé el 6 de Marzo.
FUERA LAS FARC DE COLOMBIA!!!!!!
Cepeda no fue asesinado, fue dado de baja. Pertenecia al ala politica de los farucos, asi de sencillo.
Y si el hijo da papaya y se descara más de lo que lo esta haciendo lo ponen a dormir con gladiolos.
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