
El gobierno se encontraba, en ese punto, al borde del colapso, pero la situación revolucionaria se evaporó tan rápido como había surgido. Los trabajadores volvieron a sus trabajos, a petición de la Confederación General del Trabajo, el sindicato izquierdista, y el Partido Comunista Francés. Cuando se celebraron las elecciones, el partido gaullista emergió más fuerte que antes.
Muchos de los manifestantes asumieron causas de izquierdas, como el comunismo, el rechazo a la guerra de Vietnam, el anarquismo o el situacionismo. Muchos vieron los hechos como una oportunidad de cambiar la "vieja sociedad" en muchos aspectos sociales, como los métodos educativos y la libertad sexual.
Europa entera estuvo pendiente de cuanto acaecía en Francia aquellos días, y muchos grupos de izquierda se inspiraron en las ideas francesas y vieron en ellas una posibilidad de llevar a cabo sus propias reivindicaciones. Se ha convertido en un símbolo, en un ejemplo y en una lección de lo que se puede lograr, de cómo hacer las cosas y de cómo no hacerlas y en un icono de la utopía.
"Seamos realistas, exijamos lo imposible" es una de las frases slogan de los hechos de Mayo del 68, que pasarán a la historia como una revolución sin clase ni partido, que siempre apuntó a la liberación del ser humano de las cadenas del capitalismo.
I.R.A.
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